- Un ciego en Londres había
- tal, que no determinaba
- los bultos con quien hablaba
- en el resplandor del día:
- Y una noche que llovía
- (como una de las pasadas)
- a cántaros y a lanzadas,
- por las calles caminando,
- se iba mi ciego alumbrando
- con unas pajas quemadas.
- Uno que le conoció,
- dijo: —Si no os alumbráis,
- ¿para qué esa luz lleváis?
- Y el ciego le respondió:
- —Si no veo la luz yo,
- la ve el que viene, y así
- no encuentra conmigo aquí;
- con que aquesta luz que ves,
- si no es para ver yo, es
- para que me vean a mí.
- PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA (Madrid, 1600; † 1681)
La cisma[1] de Ingalaterra, jornada 1.ª, escena VI
- PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA (Madrid, 1600; † 1681)
- EDICIÓN Instituto-Escuela
Tipografía de la "Revista de Archivos", Madrid 1922 - Fuente: Project Gutenberg (dominio público)
BIBLIO info
- EDICIÓN Instituto-Escuela
notas
- ↑ cisma, sustantivo masculino. Antiguamente usado en femenino: la cisma/el cisma (DLE en línea).
Del mismo libro (L2):
CALDERÓN DE LA BARCA El ciego • Culpar al prójimo de la falta propia • Desprecio de la grandeza humana RAMÓN DE CAMPOAMOR La carambola • El concierto de los animales • Los dos gorriones • Los padres y los hijos MANUEL DEL PALACIO Naturalismo • Los pedazos de mármol CONCEPCIÓN ARENAL El lobo murmurador SAMANIEGO La zorra y el busto RAFAEL POMBO El pinzón y la urraca • El sol y el polvo ANTONIO DE TRUEBA Los tres amigos