- Molidos de la jornada
- y con hambre, aunque risueños,
- dos estudiantes rondeños
- llegaron a una posada.
- Comenzaba a anochecer
- y entrambos, sin vacilar,
- acercáronse al hogar
- decididos a comer.
- Ligera cual una ardilla
- rubia moza les previno,
- con un buen jarro de vino,
- salchichón, pan y tortilla,
- que devoraron los dos
- sin tener que repetir,
- yéndose luego a dormir
- en paz y en gracia de Dios.
- A la mañana siguiente,
- rayando apenas el día,
- del ventero en compañía
- tomaron el aguardiente;
- y a seguida de pagar
- los caballos dispusieron,
- y alegres como vinieron
- se volvieron a marchar.
- No será el cuento profundo
- ni por él pido mercedes;
- pero ¿no lo hallan ustedes
- lo más natural del mundo?
- MANUEL DEL PALACIO (Lérida, 1831 - † 1906)
- EDICIÓN Instituto-Escuela
Tipografía de la "Revista de Archivos", Madrid 1922 - Fuente: Project Gutenberg (dominio público)
BIBLIO info
- EDICIÓN Instituto-Escuela
notas
Del mismo libro (L2):
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