Mediante el énfasis se da fuerza a la expresión para realzar la importancia de lo que se dice o se escribe.
Se pueden destacar tres tipos de énfasis:
- En el plano oral, se emplean diferentes tonos de voz, cambios de volumen...
- En el plano estrictamente escrito, se recurre a un conjunto de recursos (cursiva, mayúscula...) que se conocen como diacrisis.
- En la sintaxis, hay cierto número de giros asentados, así como figuras retóricas diversas.
Los recursos de cada uno de estos grupos pueden ser exclusivos y no siempre se puede trasladar a los otros. Así, mientras que un volumen alto en el habla se podría trasladar con unas mayúscula, un tono bajo (un susurro) necesita una explicación.
Recursos sintácticos, retóricos[editar]
Entre las muchas formas de énfasis, tenemos las siguientes:
- Condicional enfática:
- Si lo haces es porque quieres ~ Lo haces porque quieres.
Al no ser una condición real, no se escribe coma.
- Con el verbo ser:
- Allí es donde se cayó ~ Se cayó allí.
- Con duplicaciones:
- Es tonto tonto.
- Con no solo:
- No solo lo limpió sino que también lo arregló ~ Lo limpió y lo arregló.
- Con no ser más que:
- No es más que un poco de lluvia ~ Es un poco de lluvia.
- Con mismo, propio...:
- La casa la construyó él mismo.
- Mediante redundancias:
- Dio un golpe en la mesa con el puño cerrado.
- Con adverbios enfáticos:
- Está completamente loco.
- Con pronombres personales:
- Yo tengo hoy dolor de cabeza [en oposición a otras personas con dolor]
Estos recursos, y otros más, se pueden combinar para reforzar el énfasis.