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El oficio propio del adjetivo es el de calificar o determinar al substantivo, ya como atributo (adjetivo explicativo): la mansa oveja, o especificativo: los animales mansos, ya como predicado nominal: la oveja es mansa. Pero puede también completar la idea de un predicado verbal, sin dejar de referirse al nombre. Así, cuando decimos:
- el hombre nace desnudo
- Juana va descalza
los adjetivos desnudo y descalza no se refieren sólo a los substantivos hombre y Juana, sino que a la vez modifican también la significación de los verbos nacer e ir, denotando el modo como se verifica la acción de estos verbos intransitivos. A estos adjetivos que se refieren a la vez al sujeto y al predicado verbal, los llamamos predicados de complemento.
1 Como adverbios[editar]
Usamos también el adjetivo con verbos transitivos en construcciones en que, si a primera vista parece que el adjetivo modifica al verbo, en realidad no es así, porque se refiere al complemento directo, que en tal caso hemos de considerar implícito en el contexto de la oración. Así, cuando decimos:
- Juan come demasiado pan; Juan come demasiada carne
el vocablo demasiado es adjetivo, porque se refiere a los sustantivos pan y carne, complementos directos del verbo comer. Pero si, generalizando la expresión, callamos dichos sustantivos y decimos Juan come demasiado, el mismo vocablo ya no es adjetivo, sino pronombre indefinido y que designa el objeto directo del verbo comer, sin determinarlo.
Si usamos el mismo adjetivo con un nombre que sea complemento adverbial de un verbo intransitivo, y decimos, por ejemplo, Juan duerme demasiado tiempo, el vocablo de que tratamos es adjetivo; pero si callamos el sustantivo tiempo y decimos Juan duerme demasiado, el mismo vocablo es adverbio. También con verbos transitivos adquiere significación adverbial, y no pronominal, el adjetivo, siempre que no pueda referirse al complemento directo callado. Así, en las exprexiones ver claro, golpear recio, los vocablos claro y recio no hacen oficio de pronombres indefinidos, porque no se refieren al objeto directo de los verbos ver y golpear; ni son tampoco adjetivos, porque no tienen sustantivo a que referirse.
El adjetivo con una preposición forma también modos adverbiales; como a ciegas, a obscuras, etc.
2 Como sustantivos[editar]
El adjetivo puede también convertirse en substantivo, y de hecho se convierte cuando, sin referirse a un substantivo expreso, lo usamos con valor de tal, ya solo, ya con el artículo.
3 Referencias[editar]
Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.