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Un adjetivo verbal es el que tiene su origen en algún verbo.

Los adjetivos verbales provienen con frecuencia de verbos latinos, si bien en rigor solo son derivados los que toman su origen de verbos castellanos.

Las terminaciones más frecuentes de los adjetivos verbales son las que se dan a continuación:

able ible uble ado atil az
bundo ero fico fical ficio ficativo
ficiario ido il ivo izo or
orio oria oso osa undo

Son ejemplos de adjetivos verbales:

amable, practicale, temible, soluble, amado, volátil
versátil, voraz, mordaz, meditabundo, hacedero
benéfico, pontifical, pontificio, beneficiario, cesionario
temido, fácil, ágil, corrosivo, enfermizo, asustadizo
encantador, infamatorio, consolatorio, amoroso

Las terminaciones -ado e -ido son las que corresponden a los participios pasivos.

La terminación -bundo es intensiva en meditabundo; también es intensiva -oso en algunos adjetivos verbales como amoroso, temeroso; -orio significa que lo que es calificado por el adjetivo realiza la significación del verbo: infamatorio es ‘lo que infama’, consolatorio es ‘lo que consuela’.

A lo dicho acerca de los adjetivos derivados hay que agregar que, a semejanza de los nombres sustantivos, reciben las formas diminutiva, aumentativa y despectiva. Son aumentativas las terminaciones -udo, icón, como barbudo, orejudo, bobalicón.

Finalmente la terminación -ón es frecuentativa: preguntón es el que pregunta mucho y juguetón el que juega mucho.

Referencias[editar]

Rafael Ángel de la Peña, Nueva gramática de la lengua castellana, 1.ª ed., México, Herrero, 1906.