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Se denomina aspecto, en la Morfología del verbo, al morfema del mismo que indica el tiempo interior de la acción, esto es, la fase en el desarrollo de la acción que predomina o se destaca desde que esta es inminente hasta que se da por concluida, no el tiempo donde esta acción se emplaza o se sitúa.

Los matices aspectuales de la acción expresada por el verbo son unos recogidos por la conjugación regular del mismo y otros expresados con ayuda de numerosas perífrasis verbales y sufijos.

  • En el caso de la conjugación regular del español, los aspectos expresados son el perfecto o perfectivo, que indica acción acabada cualquiera que sea el tiempo exterior de la acción (pasado, presente o futuro), y el imperfecto o imperfectivo, que indica acción inacabada cualquiera que sea el tiempo exterior del verbo. Son tiempos de aspecto perfecto o perfectivo del verbo español todos los tiempos compuestos y además el pretérito perfecto simple, antaño denominado indefinido, "canté". Son tiempos de aspecto imperfecto o imperfectivo todos los tiempos simples menos el pretérito perfecto simple o indefinido. Conviene matizar que, de los dos pretéritos perfectos del español, el simple y el compuesto, el simple se utiliza preferentemente para el pasado lejano y el compuesto para el pasado reciente; por ejemplo, no se puede decir "Colón ha descubierto América", pero sí "Colón descubrió América".
  • En el caso de la conjugación perifrástica del español, los aspectos expresados son muy varios. Algunos de los más importantes son:
    • 1. Aspecto ingresivo, con las perífrasis: Ir a + inf., estar a punto de + inf. etcétera. "Voy a estudiar". La acción es inminente, pero no ha empezado.
    • 2. Aspecto incoativo, con las perífrasis: Empezar, comenzar, echar, romper a + inf. "Empiezo a estudiar". La acción se sitúa en el momento justo del inicio.
    • 3. Aspecto durativo retrospectivo, con las perífrasis: Venir, llevar + gerundio. "Llevo estudiando dos horas". La acción arranca del pasado y se prolonga en el presente.
    • 4. Aspecto durativo, con las perífrasis: Estar + gerundio, seguir, continuar + gerundio. "Estoy estudiando". La acción ni comienza ni se acaba: se encuentra en proceso, haciéndose, en su mitad, en su transcurso, en ejecución.
    • 5. Aspecto durativo prospectivo, con la perífrasis: Ir + gerundio. "Yo voy dictando y tú vas copiando". La acción arranca del presente y se proyecta hacia el futuro.
    • 6. Aspecto egresivo, con las perífrasis: Dejar, parar, cesar de + inf. "Paro de estudiar". La acción se interrumpe ocasionalmente, pero no concluye: puede reanudarse otra vez.
    • 7. Aspecto terminativo, con las perífrasis: Terminar, concluir, acabar de + inf. "Termino de estudiar". La acción concluye y se paraliza definitivamente.
    • 8. Aspecto resultativo, con las perífrasis: Llevar, tener + participio. "Llevo estudiados dos temas". La acción se contempla como después de hecha, como resultado.
    • 9. Aspecto reiterativo, con la perífrasis: Volver + inf. "Vuelvo a estudiar" (una vez) La acción se repite una vez solamente.
    • 10. Aspecto habitual, con las perífrasis: Soler, acostumbrar, arregostar + inf. "Suelo estudiar" (varias veces). La acción se repite varias veces.
  • En cuanto a los sufijos aspectuales de los verbos del español, es sufijo incoativo (esto es, que indica comienzo de acción) -ecer: florecer. Sufijo iterativo (que indica acción repetida) es ear, a veces con incremento: gotear, cocear, humear, besuquear...