![]() |
Este artículo está basado en una obra antigua. La versión original de este artículo está basada en una obra que ha pasado al dominio público y por tanto su contenido, redacción y ortografía pueden necesitar retoques, tanto para su actualización como para darle un punto de vista neutral. ▸ Más artículos con esta etiqueta aquí.
|
Las comparativas de desigualdad se enlazan mediante la conjunción relativa que, la cual se refiere a los adverbios más o menos de la oración principal que siempre le preceden, y denota la no igualdad o falta de equivalencia cuantitativa o cualitativa entre las dos oraciones, ya con respecto a dos términos distintos de ellas, ya con respecto a uno solo común a ambas. Así, en
- Se ofrecen a mi remedio más inconvenientes que estrellas tiene el cielo
los términos inconvenientes y estrellas pertenecen cada uno a su respectiva oración, al paso que en
- Voy más veces a tu casa que tú vienes a la mía
el substantivo veces pertenece a las dos oraciones, y se calla en la subordinada por sobrentenderse después del que.
Y no sólo debe sobrentenderse después de la conjunción que el término común con respecto al cual se establece la comparación, sino todos aquellos que vengan expresos en la oración principal y no tengan otros análogos que se les contrapongan en la subordinada, como en
- Juan dio ayer a tía Pepa más pesetas que anteayer
donde la segunda oración queda reducida al adverbio anteayer y tiene sobrentendidos el sujeto, el verbo y los complementos directo e indirecto, que son los mismos expresos en la primera.
Índice
1 Función de los términos de la comparación[editar]
Los términos de la comparación pueden ser sujetos, predicados o complementos. Así, en
- aunque (vosotros) os escondáis más que una lagartija (Quijote, I, 4),
se comparan los sujetos vosotros y lagartija con respecto al predicado esconder, que se sobrentiende después de que. Asimismo, en
- aunque él era andaluz..., no menos ladrón que Caco, ni menos maleante que estudiante o paje (Quijote, I, 4)
se comparan él y Caco con respecto al predicado era ladrón. En
- más parecían ruinas de edificios que casas (ibíd., I, 20),
se comparan los predicados nominales ruinas y casas con respecto al sujeto callado de parecían; así como en
- Juan gasta más que gana
se comparan los verbales gasta y gana con relación al mismo sujeto Juan.
En
- Pedro escribe más que comedias
se comparan los complementos directos novelas y comedias }} con relación al predicado escribir; como en
- le han hecho más regalos al novio que a la novia
se comparan los indirectos al novio y a la novia con relación al predicado y complemento directo han hecho regalos.
En
- la caza y los pasatiempos más han de ser para los holgazanes que para los gobernadores (Quijote, II, 34)
se comparan los dativos de finalidad holgazanes y gobernadores con respecto a todo el resto de la oración; en
- estudia más de noche que de día
se comparan los complementos circunstanciales de noche y de día
En
- preguntó a Sancho que qué le había movido a llamarle el caballero de la Triste Figura más entonces que nunca (Quijote, I, 19)
se comparan los adverbios entonces y nunca con respecto a todo el resto de la oración.
2 Tiempo verbal[editar]
El verbo que se omite en la subordinada puede hallarse en tiempo distinto:
- Que le aderezasen otro mejor lecho que la vez pasada (Quijote, I, 32)
donde se suple le aderezaron, o, dicho con todas sus palabras,
- que le aderezasen otro lecho mejor que el (lecho) que le aderezaron la vez pasada
como vemos en este ejemplo de Valera, Dafnis y Cloe, pág. 191:
- Dionisofanes hizo, al oír tales palabras, mayores exclamaciones aún que las que Megacles había hecho
donde, como se ve, repite el verbo en la subordinada y reproduce el complemento directo de la principal por el pronombre las.
3 mayor, menor, mejor, peor[editar]
Con los adjetivos grande, pequeño, bueno y malo no necesitamos emplear el más, porque tenemos las formas comparativas mayor, menor, mejor y peor, que por sí mismas equivalen a más grande, más pequeño, más bueno y más malo, y así, decimos:
- Madrid es mayor que Toledo
- Toledo es menor que Madrid
- el agua es mejor que el vino
- el vino es peor que el agua.
No obstante, más grande y más pequeño se usan tanto como mayor y menor.
No necesitaríamos tampoco emplear el adverbio menos con dichos positivos, porque, como se ve, pequeño y malo expresan ideas contrarias a las de grande y bueno; y menos pequeño equivale, por lo tanto, a mayor; menos grande, a menor; menos bueno, a peor, y menos malo, a mejor.
Cuando mejor y peor modifican a un verbo son adverbios, y mejor equivale a más bien; peor, a más mal:
- Nunca hubo manjar que les supiese mejor que leche y fruta (Valera, Dafnis y Cloe, pág. 194)
y así, decimos:
- habla mejor que escribe:
- está peor que estaba
4 Con no, que no que[editar]
Después del que suele emplearse a veces la negación no para poner más de relieve la comparación (no expletivo):
- mejor es el trabajo que no la ociosidad
- más vale ayunar que no enfermar
oraciones en que puede callarse la negación, quedando el mismo sentido.
Esta negación es a veces necesaria para evitar la repetición seguida de la conjunción que, como sucede cuando los términos que se comparan son oraciones substantivas con que:
- mejor es que venga que no que se quede.
Se calla a veces el segundo término de la comparación cuando fácilmente puede sobrentenderse:
- Mayores secretos pienso enseñarte, y mayores mercedes hacerte (Quijote, I, 10),
donde se suple que los que te he enseñado y que las que te he hecho.
Nuestros clásicos usaban a veces de en vez de que:
- Cuando se dañan (las personas eclesiásticas), vienen a ser peores de todos los otros hombres (Granada, Breve memorial, etc., VI, 6).
5 Equivalencia con igualdad (más que)[editar]
Las comparativas de desigualdad equivalen a veces a sus correspondientes de igualdad, cuando la oración principal sea negativa. En este caso la locución más que equivale a sino::
- Un estudio meramente teórico de la Retórica y Poética no puede formar más que pedantes (Coll y Vehí, Literatura, párrafo 18)
y puede denotar identidad; así,
- no hacia más que mirarlo
equivale a
- no hacia sino mirarlo
El complemento directo del verbo callado lleva en este caso la preposición a, si la lleva el de la oración principal. Así, decimos:
- no tengo más amigo que tú, pero no estimo a nadie más que a ti.
6 Referencias[editar]
Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.