Un neologismo puede ser, según el DRAE, un ‘vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua’ o el ‘uso de estos vocablos o giros nuevos’.[1] El diccionario Clave ofrece el ejemplo siguiente: «El significado de ‘camello’ como ‘traficante de drogas’ es un neologismo».[2] La introducción constante de nuevas voces, en ocasiones reemplazando a algunas ya existentes, en un proceso natural en las lenguas y un buen número de voces actuales han sido neologismos en un principio.
Cuando las nuevas voces o los nuevos sentidos pasan al uso general dejan de ser neologismos, aunque no hay un límite preciso. No obstante, hay neologismos que finalmente acaban cayendo en desuso porque no calan entre los usuarios de la lengua.
Pueden surgir de modo espontáneo entre los hablantes o pueden ser propuestos por alguien como creación personal. En terminología es frecuente la invención de voces por especialistas para aludir a los conceptos nuevos que se van desarrollando en las diversas disciplinas.
Los neologismos más recientes no están incluidos en los diccionarios, lo que no implica que sean necesariamente incorrectos o que no se puedan usar.
Índice
1 Criterios de aceptación[editar]
Es frecuente establecer ciertos criterios para que un neologismo se considere adecuado desde un punto de vista prescriptivo. Así, el neologismo debería ser:
- necesario, es decir, no hay otra palabra que exprese lo mismo o bien sería necesario recurrir a una perífrasis;
- inteligible, es decir, procede de lenguas clásicas o próximas, de otras voces españolas o de nombres propios;
- sonoro, con su fonética adaptada a la propia del español;
- conforme con la naturaleza del idioma y de su morfología.
2 Creación[editar]
Las nuevas palabras pueden formarse básicamente mediante los siguientes procedimientos:
- Adopción de un extranjerismo. Puede adaptarse según la fonética (como fútbol o futbol) o pronunciarse según la escritura (como túnel). A veces, una palabra admite estas dos posibilidades; así, del inglés manager se tiene mánager, pronunciado /mánajer/, y también mánayer.
- Mediante calco, que también se basa en un extranjerismo, pero se traducen sus componentes. Por ejemplo, el inglés interview ha dado tanto una adaptación (interviú), como un calco (entrevista, de entre < inter y vista < view). Otros ejemplos característicos son jardín de infancia, del alemán Kindergarten, y rascacielos, del inglés skyscraper.
- Por eponimia, es decir, tomando como base un nombre propio, a menudo adaptado, como quevedo para cierto tipo de gafas, o linchar, de Lynch.
- Con raíces clásicas, griegas o latinas. Es el procedimiento típico de las ciencias, como en clorofila.
- Formación siglar y acronímica. Es un procedimiento que se ha extendido recientemente y que ha dado, por ejemplo:
3 Nuevos sentidos[editar]
Las palabras pueden adquirir nuevos sentidos por diversas razones: usos irónicos que se extienden, sentidos figurados, metonimias y sinécdoques...
También la evolución de las herramientas y las técnicas propician la creación de nuevos sentidos: así, a una estilográfica se la llama pluma porque este objeto se usaba antiguamente (y aún se hace en caligrafía) para escribir con tinta. La terminología naútica se ha trasladado a la aviación (llamada también, de hecho, navegación aérea): embarque, pasarela, proa, tripulación... son todos términos de la navegación marítima.
Otros ejemplos son poner al fuego en una placa de inducción, colgar el teléfono celular, tirar de la cadena para las cisternas, hojear un documento digital...
4 Ortotipografía[editar]
Las voces nuevas que se han formado con los recursos propios del español (prefijos, sufijos, etc.) son creaciones internas de la lengua que, por tanto, se escriben en redonda, incluso si no están recogidas en los diccionarios.
Los neologismos de origen extranjero que se ajustan al sistema fonológico y ortográfico del español van en redonda, a menos que se quiera alertar al lector de la novedad de la voz. Las que no se adaptan van normalmente en cursiva.
Así, manga y anime, cuando aluden a los dibujos japoneses, se escriben normalmente en redonda, aunque solo la primera de ellas está recogida en el DRAE, pues se ajustan a la fonología y la ortografía del español:
- El manga y el anime nos permiten acercarnos a la cultura japonesa.
En cambio, geisha se escribe en cursiva porque contiene el dígrafo sh, que no es propio del español. Va en cursiva jet porque se pronuncia /yet/, dando a la «j» un sonido que no tiene en español.
5 Notas y referencias[editar]
6 Enlaces externos[editar]
Este artículo fue seleccionado como destacado el 12 de octubre de 2020.