Wikilengua
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

La oración condicional elíptica es un tipo de oración condicional. Cuando el período hipotético se nos ofrece en relación con otra oración anterior a la cual se subordina la apódosis condicional, suele callarse ésta en los siguientes casos:

En la locución por si, en la cual se calla después de por el verbo de la oración final:

te lo digo por si no lo sabes

que es como decir «te lo digo por enterarte (o para que te enteres, o para que lo sepas) si no lo sabes». El verbo de la apódosis callada es en este caso el mismo de la prótasis u otro sinónimo.

En la locución como si, en la cual se calla después de como una comparativa:

le trata como si fuera hijo suyo

que equivale a decir «le trata como le trataría si fuera hijo suyo». Y en Cervantes, Quijote, I, 18:

Así se paraba a hacer un sermón, como si fuera graduado para la Universidad de París

Es decir, «como se pudiera parar si fuera», etc.

Asimismo, «le recibió como si fuera su salvador» equivale a «le recibió como le habría recibido si hubiera sido su salvador»; y en Meló, Guerra de Cataluña, 1: «Le buscaban rabiosamente por todas partes, como si su muerte fuese la corona de aquella victoria». En este caso, el verbo de la apódosis nótese que el tiempo del mismo guarda relación con el del verbo de que depende el período hipotético.

En la locución interrogativa exclamativa ¡cómo no!:

mañana partiré, y ¡cómo no, si lo he prometido? [~ ¡cómo no he de partir, si...]

Se calla también la apódosis, indicándose su omisión con una pausa, en otros casos en que se sobrentiende fácilmente por el contexto, y especialmente cuando, de no callarse, debería ir entre la prótasis y una adversativa correctiva de la misma prótasis, o cuando sea una interrogativa de negación implícita que se contrapone a la oración con la cual se relaciona el período hipotético:

créeme, que si pudiera favorecerte..., pero no puedo [~ créeme, que si pudiera favorecer te te favorecería, pero no puedo]

En nuestros clásicos se calla también cuando se suceden varias condicionales, en cuya apódosis debe sobrentenderse el mismo verbo de la prótasis:

Porque cuando está en el arrobamiento, el cuerpo queda como muerto, sin poder nada de sí muchas veces; y como le toma [el ímpetu celestial], se queda siempre: si sentado, si las manos abiertas, si cerradas (Santa Teresa, Vida, 20)

Es decir, si le toma sentado, se queda sentado, etc.

A veces la apódosis viene indicada solo por un adjetivo o un substantivo, debiendo suplirse el verbo:

Guarde para su regalo
Esta sentencia un autor:
Si el sabio no aprueba, malo;
Si el necio aplaude, peor
(Iriarte, Fábulas, 3).
Si esto no agrada al infeliz polaco,
¡Paciencia! Era mal clima la Siberia;
Mejor campa en el Vístula el cosaco

(Bretón, Epístola).

Otras veces se contraponen dos períodos hipotéticos, callando la apódosis del primero y la prótasis del segundo.

si quieres ayudarme...; si no, yo veré quién me ayude [~ si quieres ayudarme, ayúdame; pero si no quieres ayudarme, yo veré, etc.]

Esta omisión, frecuente en la lengua antigua, es más rara en la moderna, en la que se repite el verbo de la prótasis o se le substituye por un adverbio u otra expresión acomodada al caso:

si tú quieres venir, ven; si no, vendrá Pedro
o también si tú quieres venir, bien (perfectamente); si no, vendrá Pedro.

Referencias[editar]

Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.