Wikilengua
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Una oración interrogativa es la oración con la que se hace una pregunta.

1 Tipos[editar]

Cuando decimos Pedro ha venido, afirmamos que el predicado ha venido conviene al sujeto Pedro; y si decimos Pedro no ha venido, afirmamos que dicho predicado no conviene al sujeto. Pero en la oración ¿ha venido Pedro?, ya no sucede lo mismo: ni afirmamos ni negamos; exponemos un juicio, pero ignoramos si el predicado ha venido conviene o no al sujeto.

En este caso tenemos la oración interrogativa directa, que no viene a ser más que la expresión de un estado mental intermedio entre la aseverativa afirmativa Pedro ha venido y la aseverativa negativa Pedro no ha venido.

Pero la duda del que habla, que en el ejemplo anterior recae sobre el predicado verbal, puede también recaer sobre el sujeto o sobre una de las cualidades de éste, sobre el predicado nominal o sobre el complemento directo, el indirecto o uno cualquiera de los complementos circunstanciales de la oración.

Así, al decir ¿quien ha venido?, suponemos que ha venido alguien, afirmamos el predicado ha venido y preguntamos por su sujeto. Asimismo, en ¿qué libro es ése? y en ¿qué gente ha venido?, preguntamos por la cualidad o condición del sujeto libro o del sujeto gente, como en ¿qué es Gramática? preguntamos por el predicado nominal del sujeto Gramática.

Por fin, en ¿a quién prefieres?, ¿a quién has dado el papel? y ¿con quién has venido?, preguntamos, respectivamente, por el complemento directo, el indirecto o el circunstancial de los verbos preferir, dar y venir.

Puede también ocurrir que se afirme la coincidencia del predicado con su sujeto, o de los complementos con su verbo, y se dude del lugar en que se verifique dicha coincidencia, como cuando se dice: ¿dónde hallaste a Dulcinea?; o del tiempo, como en ¿cuándo hallaste a Dulcinea?; o del modo, como en ¿cómo hallaste a Dulcinea?; o de la causa, como en ¿por qué has ido a ver a Dulcinea?; o del fin, como en ¿para qué has ido a ver a Dulcinea?

Y pueden, finalmente, hallarse unidas distintas interrogaciones con un mismo verbo, y distintas interrogativas siguiendo unas a otras, como en el siguiente pasaje de Cervantes, Quijote, I, 30

¿Dónde, cómo y cuándo hallaste a Dulcinea?; ¿qué hacía?; ¿qué le dijiste?; ¿qué te respondió?; ¿qué rostro hizo cuando leyó mi carta?; ¿quién te la trasladó?

Cuando la pregunta recae sobre el predicado verbal, indicamos la interrogación con el tono, sin necesidad de vocablo interrogativo ninguno; pero en los demás casos nos valemos para formularla del vocablo interrogativo correspondiente al concepto por el que preguntamos, o sea, de los pronombres (substantivos o adjetivos) o adverbios interrogativos, cuyo valor y correspondencia es la siguiente.

2 Verbo en la respuesta[editar]

Si el predicado es nominal, con el verbo ser, suele emplearse en la contestación el pronombre lo, que en tal caso reproduce al predicado de la respuesta

¿Eres amigo mío?
—Lo soy.
—¿Sois amigos nuestros?
—Lo somos. [es decir, soy amigo tuyo, somos amigos vuestros.]

En los demás casos, cuando se contesta con el demostrativo o adjetivo correspondientes al interrogativo, debe sobrentenderse en la respuesta el verbo de la pregunta, si no se expresa, en el mismo tiempo, pero no siempre en la misma persona:

—¿Dónde ha estado?
—Aquí, o ha estado aquí
—¿Dónde has estado?
—Aquí, o he estado aquí.
—¿Con qué ojos me miras?
—Con buenos ojos, o te miro con buenos ojos.

3 Referencias[editar]

Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.