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1 desaliento, decaimiento, abatimiento, postración, opresión[editar]
Todas estas expresiones corresponden, ya en sentido físico, ya en moral, a la debilidad, decadencia, rendimiento, falta de fuerza y vigor.
El decaimiento corporal proviene regularmente del cansancio o de una enfermedad: el del alma de la fuerza del trabajo mental o de las penas que nos atormentan y abruman, pues descaecer es irse deteriorando el estado de salud, fuerza y vigor en que antes se hallaban el cuerpo o la mente.
El desaliento es una languidez que el alma sufre al considerar el mal que la acomete, produciendo la timidez, el apocamiento, la cobardía y el abatimiento.
La postración es la acción y efecto de postrar óo postrarse; el resultado, el fin a que nos conducen en su intensidad y duración, el decaimiento y el desaliento.
Oprimir significa abatir por fuerza o violencia una cosa, apretarla, comprimirla, no dejarla hacer uso de su fuerza, de su acción, y se llama opresión materialmente aquel estado del cuerpo en que no puede uno, por la enfermedad o incomodidad, hacer libre uso de sus facultades; y así se dice opresión de pecho, de garganta, cuando no puede uno resollar, ni aun hablar, y sufre gran fatiga, desaliento.
En sentido moral, opresión significa cualquier sujeción que uno padezca, y así llamamos opresor al que subyuga, tiraniza y esclaviza a los demás, y oprimido al que se ve sujeto a este estado de opresión.
2 Referencias[editar]
Calandrelli, M., Diccionario filológico-comparado de la lengua castellana, Buenos Aires, 1880-1916, 12 vol.