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Goce es el logro o posesión del salario, sueldo o emolumento de algún oficio, la posesión de un objeto deseado; deleite es lo mismo que delicia, complacencia, gusto y contento; y placer quiere decir satisfacción sin impedimento ni embarazo alguno.

Se diferencian estas palabras entre sí por la mayor o menor fuerza de las sensaciones, y por las situacionss en que está la persona que las usa. Por esta razón tiene goce el que percibe cuando espera el jornal de su trabajo; el hombre poderoso tiene deleite en tocar el piano, y la persona feliz halla placer en el mundo. En la palabra goce hay un derecho a recibirle, en el deleite una abundancia que no poseen la mayor parte de los hombres, y en el placer una felicidad sin término, y que anima extraordinariamente nuestra sensibilidad.

El goce se espera, es producido por el trabajo y recompensa siempre o las mas de las veces a las personas: el deleite es imprevisto, producido por circunstancias que no se esperan, y el placer está en la índole de las mismas causas; de manera que ni se gana ni llega, sino que es una consecuencia en la que juega principalmente la imaginación.

Gozan los hombres laboriosos, se deleitan los perezosos, y el placer verdadero solo pueden disfrutarle los corazones sensibles y los hombres apasionados. El goce se adquiere, el deleite llega, el placer se recibe.

Así como delicia indica mayor grado de placer, deleite significa el placer llevado al extremo, del que ya no se puede pasar. El deleite parece dirigirse principalmente a lo sensual, y aun contener en sí esta idea, puesto que metafóricamente se aplique a veces a cosas espirituales, pues tan bien dicho estará deleites como placeres, delicias celestiales.

Referencias[editar]

Calandrelli, M., Diccionario filológico-comparado de la lengua castellana, Buenos Aires, 1880-1916, 12 vol.