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La conjunción ni equivale a y no; y de conformidad con tal significación, usamos de ella siempre que hayamos de unir una oración negativa a otra también negativa, pudiendo ofrecerse en esta unión cuatro casos. La primera oración puede llevar la negación expresa o implícita; y cuando la lleva expresa puede ser no, otro vocablo negativo o la misma ni.

1 Casos con ni... ni[editar]

Cuando se emplea para un contraste entre ideas opuestas no lleva coma: ni alto ni bajo, ni blanco ni negro, ni bueno ni malo... En otros casos, como mera conjunción negativa, la coma es opcional.

1.1 Dos o más sujetos de quienes afirmamos negativamente un mismo predicado[editar]

Ni Juan ni Antonio ni Luis han venido por aquí
ni Manuel ni Luciano acudieron a la cita.

En este caso podemos también poner el verbo delante de los sujetos, con la negación no:

No acudieron a la cita ni Manuel ni Luciano.

La misma regla se sigue con los complementos que lo sean de un mismo predicado:

ni de día ni de noche descansa
no descansa ni de noche ni de día.

1.2 Un solo sujeto de quien afirmamos negativamente dos o más predicados[editar]

Juan, ni escribe ni pinta ni dibuja.

El primer ni puede también substituirse por no u otro vocablo negativo:

Bailarín más excelente
No se ha visto ni verá
(Iriarte, Fábulas, 3).
No digo nada ni murmuro de nada (Quijote, II, 22)
Nada hace ni deja hacer a los demás.

1.3 Dos o más sujetos de quienes afirmamos conjuntamente que no les convienen dos o más predicados[editar]

Ni Juan ni Antonio ni Luis pintan, dibujan ni escriben

que también podemos decir, trasladando la negación a los predicados:

Juan, Antonio y Luis, ni pintan ni dibujan ni escriben.

1.4 Unión de dos o más oraciones negativas que no tienen sujetos ni predicados comunes[editar]

Ni balan las ovejas,
Ni las hojas se mueven,
Ni las volantes auras
A murmurar se atreven
(Campoamor, El Mediodía, Silva)

2 Sin no[editar]

Cuando la primera de dos o más oraciones negativas que se suceden sea de las que llevan en sí negación implícita se usa ni en la segunda, sin que le preceda no ni otro vocablo negativo:

En mi vida le ofendí
Ni pesadumbre le di
(Tirso, El condenado por desconfiado, II, 2).

Úsase también ni sin precederle negación en la oración o miembro de la oración anterior, cuando el concepto total de la frase se enuncia como negativo:

malo es que murmuren de la autoridad grandes ni pequeños

Lo que aquí se quiere expresar es que la autoridad debe proceder de modo que no dé motivo a que murmuren de ella ni los grandes ni los pequeños. Del mismo modo en este ejemplo:

Eso no, Sancho; que el necio en su casa ni en la ajena sabe nada (Quijote, II, 43).

Otras veces, cuando son varias las oraciones así enlazadas, puede callarse la conjunción ni en las de en medio:

Aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito (Quijote, I, 14).

3 Otras equivalencias[editar]

La conjunción ni no sólo equivale a y no, sino que hay construcciones en las cuales, al substituir el ni por y no para hacer el análisis de la frase, han de suplirse además las conjunciones y adverbios o modos adverbiales que sigan a la primera negación y hasta el reflexivo se. Así, en este pasaje de Jovellanos, Descripción del Paular:

Paso la triste y perezosa noche
En molesta vigilia, sin que llegue
A mis ojos el sueño ni interrumpan
Sus regalados bálsamos mi pena

el ni equivale a y sin que. Asimismo, en

Bailarín más excelente
No se ha visto ni verá
(Iriarte, Fábulas, 3)

el ni equivale a y no se'.

En el siguiente pasaje ha de suplirse después del ni la locución adverbial sin motivo que sigue a la primera negación:

Mas no sin motivo hay quien recele del sesgo que puede tomar la afición a las letras, ni han calificado de peligrosos algunos de los géneros literarios moralistas de todas épocas y de diversos principios
(Milá, Principios de Literatura, pág. 13).

Ni es a veces expletiva, y puede suprimirse sin menoscabo de la claridad. Así, lo mismo decimos no descansa ni de día ni de noche, que no descansa de día ni de noche; y lo mismo puede suprimirse el primer ni en el siguiente ejemplo:

Que no a todos es dable la ventaja
de comprar al futuro y al contado
Sin un real ni en la bolsa ni en la caja
(Bretón, Epístola).

Otras veces se emplea no en lugar de ni, como en el Quijote, II, 6:

Al caballero pobre no le queda otro camino para mostrar que es caballero, sino el de la virtud, siendo afable, bien criado, cortés y comedido; no soberbio, no arrogante, no murmurador.

4 Como énfasis[editar]

Para dar más fuerza a la negación, repetimos a veces, después de la conjunción ni, el vocablo que se niega, a veces cambiándole su terminación o su contextura y formando una palabra que no tiene significación en la lengua, fuera del caso en que se usa:

Y dejaos de pretender ínsulas ni ínsulos (Quijote, II, 2)
Sin decir oxte ni moxte.
Qué descuento ni qué descuento

5 Referencias[editar]

Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.