La palabra república se escribe con carácter general, en todos sus sentidos, en minúscula, aunque hay dos casos que requieren un tratamiento especial. Entre los usos generales están:
- las repúblicas fenicias, las repúblicas bálticas, las repúblicas iberoamericanas
- Francia es una república, el presidente de la república
- las repúblicas de Venecia y Génova, se proclamó la república en 1931
- la república de las letras, la república federal, la república presidencialista
Los dos casos especiales son los siguientes:
- Los nombres formales de los países van en mayúscula. Si no es el nombre establecido, va en minúscula:
- la República Argentina, la República del Perú, la República Italiana
- la República Francesa, la República Islámica de Irán, la República Federal de Alemania
- la república mexicana ~ los Estados Unidos Mexicanos
- la república malgache ~ la República de Madagascar [a menos que se refiera al antiguo nombre oficial]
- Se admite la mayúscula para referirse a un periodo histórico concreto de un país o Estado específico caracterizado por esta forma de Estado, como antonomasia (OLE, 485). No hay muchos casos de esta mayúscula:
- la República romana, la República de Venecia
- la República de Cromwell, la República de Weimar
- la Primera República, la Segunda República
La OLE no especifica si el posible ordinal va con mayúscula, pero la usa en un caso similar (p. 504): Tercer Reich. El MELE considera preferible la escritura con palabras a los números romanos: Quinta República mejor que V República.
Las normas de Fernández Castillo (1959) optaban por la mayúscula en general, con los adjetivos en minúscula: la primera República, la República francesa, las Repúblicas americanas.
El DUMM sigue un criterio similar al de estado: mayúscula en todos los elementos para los nombres de países y minúscula para las divisiones administrativas (la república de Chechenia).
Nota. Según la Ortografía académica, en la aplicación de las mayúsculas intervienen «muchos factores, como la intención de quien escribe, el tipo de texto o el contexto de aparición», y se aclara que «es a todas luces imposible prever y explicar todos los contextos en los que quien escribe puede optar por utilizar la mayúscula o la minúscula en función de variables muy diversas, sin que, en rigor, ninguno de los dos usos pueda considerarse incorrecto» (p. 446).
Este artículo fue seleccionado como destacado el 31 de enero de 2022.