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Signo: exclamación

La exclamación es un signo de puntuación compuesto de dos elementos: un signo de apertura (principio de exclamación), con el punto suprascrito (¡) y un signo de cierre (fin de exclamación), con subpunto (!).

Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación exclamativa de un enunciado.

En la pronunciación, los enunciados que van entre signos de exclamación tienen un tono final descendente, pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué, cuán, cuánto, quién, cuándo...

Cuando por la estructura de la oración tuviera con coincidir una exclamación de cierre y un punto tras ella, es decir, «!.», y tan solo en este caso, el punto no se escribe. Si media un signo, cualquiera que sea (es decir, incluso si es una comilla), el punto se mantiene:

Dijo: «¡Hola!».
No se cortó nada (¡olé!).
¡No llegó hasta las 3 a. m.!

Un mero cambio de fuente tipográfica no afecta, como tampoco que la exclamación forme parte de un nombre comercial:

Ayer vimos ¡Qué noche la de aquel día! Ya sabes que me encantan los Beatles.
Busca en Yahoo! Fue por ahí por donde lo encontré.

1 Uso los signos de exclamación

La exclamación de cierre se usa mucho como icono de peligro, como en esta señal de tráfico.

Los principales usos de los signos de exclamación son los siguientes:

  • En interjecciones, en sintagmas interjectivos y en oraciones interjectivas. Las interjecciones pueden ser de varios tipos:
Apelativas ¡eh!, ¡pst!
Expresivas ¡oh!, ¡ay!
Representativas ¡paf!, ¡pum!
Onomatopeyas ¡guau!, ¡tuturutú!
  • En oraciones exclamativas parciales o totales.
  • Para indicar ironía o sorpresa (el signo de admiración de cierre se suele poner entre paréntesis).

2 Indicaciones sobre la escritura de la exclamación

Los signos de exclamación deben colocarse de forma obligatoria al comienzo y al final del enunciado correspondiente. Aunque en otras lenguas únicamente se coloca el signo de cierre, la estructura gramatical del español exige que sea necesario también el signo de apertura.

¡Qué buen día hace!
¡Es increíble!
¡Enhorabuena!

El signo de apertura de la exclamación lleva el punto suprascrito (arriba), mientras que el de cierre lo lleva suscrito (abajo). Tanto colocarlos al revés, como abrir y cerrar con el mismo signo es una falta de ortografía.

Los signos de exclamación se escriben separados por un espacio de las palabras que los preceden y que van tras ellos, pero pegados a la primera y la última palabra del enunciado que enmarcan. Si lo que va detrás es un signo de puntuación, no se deja espacio.

Los signos de apertura se deben colocar justo donde empieza la exclamación, aunque no coincida con el inicio del enunciado. En algunos casos, el enunciado enmarcado por los signos de exclamación puede aparecer intercalado en un enunciado mayor no exclamativo.

Me dijo que no iría ¡porque estaba lloviendo!
Estaba estudiando tranquilamente y de repente, ¡zas!, alguien dio un portazo.

Los vocativos y las construcciones u oraciones dependientes se escriben fuera de la exclamación. No obstante, si el vocativo o la secuencia subordinada aparecen al final y no al principio, estos quedan cubiertos por la entonación exclamativa y, por tanto, se incluyen dentro de los signos de exclamación.

Que lo sepas, ¡no pienso hacerlo todo yo sola!
¡No pienso hacerlo todo yo sola, que lo sepas!

Cuando se escriben seguidas varias exclamaciones, se pueden considerar como partes de un único enunciado o como oraciones independientes.

En el primer caso, las frases exclamativas se escriben separadas entre sí con un punto y coma o solo con coma, y en minúscula (excepto la primera, si le corresponde mayúscula)

¡Qué desastre!, ¡cómo has sido capaz de algo así!, ¡debería darte vergüenza!

En el segundo caso, cada exclamación se iniciará con mayúscula.

¡No me digas nada! ¡Te has portado fatal! ¡No quiero volver a saber nada de ti!

Cuando la exclamación está compuesta por reduplicaciones, normalmente se coloca el signo de apertura antes de la primera y el de cierre después de la última.

¡Ja, ja, ja!

En los textos literarios o muy expresivos está permitido utilizar dos o tres signos de exclamación al principio y al final del enunciado para dar mayor énfasis a la exclamación. Sin embargo, ese procedimiento no se debe extender a otros usos.

¡¡¡Al ladrón!!!
¡¡¡Qué sorpresa!!!

En citas de textos extranjeros, se siguen las reglas ortográficas de la lengua original, pero si es una voz o una expresión empleada como extranjerismo en un texto español, se conservan los dos signos, a menos que constituya una cláusula completa:

El lema de Obama fue «Yes, we can!».
«¡Quieto! Stop! ¡Para ya!», gritó Raquel.

2.1 Enunciados que son a la vez interrogativos y exclamativos

Si la oración es exclamativa e interrogativa a la vez, se empieza con el signo de admiración y se cierra con el de interrogación, o viceversa.

¡Acaso no tengo dos brazos para trabajar?
¿Pero qué haces!

También se podría acudir, en estos casos, a una apertura con el signo de admiración y el de interrogación juntos, y a un cierre igual, que es lo más frecuente y lo que la RAE recomienda.

¡¿Es que no me has escuchado?!
¡¿Pero qué haces?!

3 Usos especiales

Los signos de exclamación se pueden utilizar escritos entre paréntesis para indicar duda, ironía, sorpresa, etc.

Dice que esta noche no va a salir de fiesta (!).

Si se trata de una cita directa, se deben usar corchetes en lugar de paréntesis excepto si la ironía es del original.

4 Combinación de los signos de exclamación con otros signos de puntuación

Detrás de los signos de exclamación no debe ponerse punto. El punto suscrito del signo de cierre hace las funciones de punto ortográfico en los casos en los que se colocaría si no apareciera la exclamación. En esos casos, la oración que aparece detrás debe escribirse con mayúscula.

¡¿Es que no me has escuchado?!
¡¿Pero qué haces?!

Detrás de la exclamación de cierre se pueden colocar coma, punto y coma, dos puntos y puntos suspensivos.

Los puntos suspensivos deben ir antes de cerrar la exclamación si el sentido de la frase queda incompleto y después si el sentido queda completo.

¡Te voy a...!
¡Te voy a dar una paliza!...

Si coincide el signo de exclamación con el punto de una abreviatura, se respeta este en su lugar y se añade detrás el signo de exclamación.

Con comillas, depende del sentido exacto. Si se trata de una cita de algo que se dice exclamando, las comillas van fuera:

Y gritó: «¡Me alegro!».

Pero las exclamaciones van fuera si, por ejemplo, se muestra sorpresa ante algo que se cita:

—Me dijo en voz baja algo que me sorprendió en él: ¡«Vete al cuerno»!

5 Nota

La RAE antes daba a este signo el nombre de admiración; sin embargo, algunos autores (Martínez de Sousa, Polo...) consideran este nombre impropio porque la admiración es solo uno de los sentimientos que se pueden expresar con este signo. Defienden que el nombre que le corresponde es el de exclamación, ya que, cualquiera que sea el sentimiento o aspecto que exprese, lo importante es el tono exclamativo con el que se pronuncie la palabra o frase.

6 Referencias

  1. «exclamación» en el Diccionario panhispánico de dudas. Edición impresa: ISBN 84-294-0623-9.
  2. GÓMEZ TORREGO, Leonardo. Ortografía de uso del español actual, ISBN 978-84-675-1568-8.
  3. MARTÍNEZ DE SOUSA, José. Ortografía y ortotipografía del español actual, ISBN 978-84-9704-353-3.

Este artículo fue seleccionado como destacado el 24 de febrero de 2020.