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En la traducción de nombres propios hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones, entendiendo por traducción el proceso en general de dar en un texto en español un nombre propio extranjero.

Para ello es posible[1]:

  • la transferencia, es decir, el nombre propio sin cambio alguno (John Wayne);
  • la traducción literal, parcial (Nueva York), asentada o libre;
  • la naturalización o adaptación (Londres para London);
  • la sustitución, es decir, una descripción que reemplaza al nombre propio («el sello amarillo» para Deutsche Grammophon; «el banco central británico» para Bank of England).

Caben también soluciones mixtas. El nombre de una institución puede transferirse acompañado entre paréntesis de una explicación acerca de un posible equivalente en uno de los países de la lengua de destino.

A la hora de aplicar un criterio, hay que tener en cuenta que puede haber decisiones estilísticas basadas en lo establecido por la editorial, la naturaleza del escrito, el público al que se destina el texto, etc.

Los nombres propios extranjeros que se transfieren no llevan cursiva por el mero hecho de ser extranjeros, ya sean de una persona, un lugar, una marca, una institución... Además, las traducciones fieles de nombres propios (con los márgenes que toda traducción tiene) llevan también las mayúsculas correspondientes en español.

1 Nombres de persona

Los nombres de personas (o antropónimos) hoy no suelen traducirse, aunque los de la Antigüedad y hasta el Renacimiento (e incluso posteriores) sí pueden tener nombres ya asentados. También se suelen traducir los nombres de santos, reyes, papas..., aunque, como señala la OLE (p. 634), en los miembros de las casas reales va ganando terreno la transferencia (Frederik de Dinamarca).

También se traducen los nombres amerindios del tipo Caballo Loco (como se hace en inglés, aunque es una práctica rechazada por la comunidad indígena, y en este caso además sería más bien Su Caballo está Loco) y en el uso es frecuente que ciertos nombres de pila israelíes pasen a los correspondientes españoles (Isaac, Simón).

En nombres japoneses y húngaros se invierte el orden original de apellido-nombre para adecuarlo al español (Belá Bártok, no Bártok Belá; Akira Kurosawa, no Kurasawa Akira), pero los chinos y coreanos se conservan (en Mao Zedong el apellido es Mao).

En cuentos infantiles hay traducciones ya asentadas: la Cenicienta para Cinderella. En libros destinados a niños es también frecuente cambiar los nombres originales por otros españoles (no necesariamente los correspondientes), que les puedan resultar más familiares: Carlitos para Charlie (Brown); Piolín para Tweety (nombre inventado).[2] A veces se aplica este criterio a otros documentos y escritos.

2 Nombres de entidades

  • Los nombres de organismos y entidades públicas formados a partir una serie de elementos descriptivos se suelen traducir: el Ministerio de Defensa alemán, el Banco de Inglaterra... Algunos se dejan en la lengua original porque se singularizan: el Foreign Office.
  • Es frecuente preservar los nombres originales en los Parlamentos: Bundestag, Duma...
  • Los nombres de los partidos políticos son más variables, pero los de traducción más o menos directa suelen usarse en español: Partido Socialdemócrata Alemán, Ley y Justicia... Pero Sinn Féin no pasa a Nosotros Mismos, que sería su traducción (o una de las posibles). En España, los nombres de los partidos regionales se dejan a menudo en la lengua original: Euskadiko Ezkerra. Las asociaciones de cierta relevancia con nombres descriptivos también se suelen traducir.
  • Los nombres de empresas rara vez se traducen (y cuando se hace suele ser por decisión de la propia empresa):
Deutsche Bank, Qatar Airways, Societé Générale, MøllerGruppen
  • Los nombres de equipos deportivos no suelen traducirse y se respeta la grafía original, aunque a veces sí se traducen. En cualquier caso, la OLE recomienda que el nombre que lo acompaña que indica la ciudad donde tiene su sede sí se traduzca siempre:
el Manchester United, el Barça, el VfB
el Milan [sin traducir y sin tilde], el River Plate
el Dinamo de Moscú, los 49ers de San Francisco
los Bears de Chicago que alterna con los Osos de Chicago
el Estrella Roja de Belgrado pero el Steaua de Bucarest [steaua es ‘estrella’]
Yes check.svg el Bayern de Múnich
Red x.svg el Baviera de Múnich
Red x.svg el Bayern (de) München
  • En los torneos deportivos, los nombres de naturaleza descriptiva se traducen: Campeonato del Mundo de Tenis de Mesa, Juegos Olímpicos. Por razones de marca cada vez es más frecuente dejarlos en la forma original (normalmente inglesa): Champions League. Es frecuente en el uso que la voz masters se conserve e incluso se castellanice como másters (el Masters de Miami). Está extendida la traducción Supertazón para Super Bowl.
  • Los centros de enseñanza superior suelen traducirse cuando es directo: la Universidad de Cambridge, el Instituto Tecnológico de Massachusetts. También suelen traducirse los nombres de museos: el Museo Británico, el Museo de Arte Moderno de París.
  • Las orquestas cuyo nombre tiene origen descriptivo con orquesta, sinfónica, cámara, etc., se traducen: Orquesta Filarmónica de Berlín, Orquesta de Cámara Inglesa. En ocasiones la traducción es parcial: Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam (literalmente sería la Orquesta de la Sala de Conciertos de Ámsterdam), Musica Antiqua de Colonia.

3 Nombres de lugar

Los topónimos se encuentran entre los casos más complejos y es difícil dar una pauta segura, más que consultar obras de referencia, como atlas y enciclopedias. Sobre los topónimos, la OLE (p. 645) dice:

[...] el uso actual revela una clara predilección por la transferencia de la forma original. Este procedimiento se ha venido aplicando con nombres de lugar para los que no existía una denominación española tradicional [...] y es la fórmula habitual hoy para aquellos términos que irrumpen en nuestro repertorio toponímico [...]. Ahora bien, siempre que exista un exónimo [es decir, nombre español] tradicional asentado que siga vigente, esto es, que siga siendo mayoritariamente empleado por los hispanohablantes, se recomienda conservarlo [...].

O se transfieren o se naturalizan, pero rara vez se traducen (es Burkina Faso y no Patria de Hombres Íntegros). Un caso excepcional es Côte d’Ivoire, que se traduce como Costa de Marfil.

Las vías y espacios públicos no suelen traducirse (ni el genérico ni el específico), aunque algunos tienen nombres asentados o, por basarse en un número, tienen traslación directa: la Quinta Avenida, el paseo de los Ingleses, la plaza de España (Roma), pero Trafalgar Square, Alexanderplatz, Grand-Place, Central Park.

Es frecuente que los monumentos y edificios monumentales con nombres descriptivos se traduzcan, al menos en el genérico: Palacio de Buckingham (que, en ocasiones, se deja como Buckingham Palace).

4 Nombres de objetos

Los nombres de marcas, modelos, series... rara vez se traducen (y cuando se hace suele ser por decisión de los propietarios de la marca). Su grafía original se respeta:

Philips Silver Line, Jeep Cherokee, El Capitan, De’Longhi

Los nombres específicos de medicinas pueden variar de un país a otro, por lo que mera transferencia del nombre propio podría no funcionar. En estos casos conviene dar el nombre genérico en su lugar o como nota aclaratoria. Si el texto es solo para un país, puede aclararse también cuáles son los específicos equivalentes.

5 Notas y referencias

  1. Virgilio Moya, La traducción de nombres propios, Madrid, Cátedra, 2000, ISBN 8437618711
  2. The Translation of Proper Names in Children's Literature (PDF)

6 Enlaces externos

Este artículo fue seleccionado como destacado el 26 de abril de 2021.