Los verbos de influencia sirven para permitir, instar, convencer para hacer algo, aconsejar, obligar o prohibir.
Se pueden agrupar en dos categorías principales, en función de si el infinitivo que sigue va introducido con la preposición a (menos a menudo de y para) o no: mandó construir una casa, frente a los obligó a construir una casa.
Entre entre estos verbos están:
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1 Construcción[editar]
1.1 Infinitivo frente a subjuntivo[editar]
Muchos verbos de influencia pueden llevar un complemento de infinitivo o de subjuntivo. Estas dos formas alternan con independencia de si el sujeto es el mismo (lo normal, de hecho, es que el sujeto de la subordinada sea el complemento directo o indirecto de la principal):
- La obligó a salir ~ La obligó a que saliera
- Le ordené ejecutar la sentencia ~ Le ordené que ejecutara la sentencia
Algunos de estos verbos pueden tener sentidos que no son de influencia y que sí pueden ir con indicativo. Por ejemplo:
- Lo convenció de que tomara productos homeopático [~ se lo pidió y lo consiguió → influencia]
- Lo convenció de que los productos homeopático son una patraña [~ cambió su opinión]
- Le dijo que se fuera [~ se lo pidió → influencia]
- Le dijo que se fue [~ se lo comunicó]
1.2 Pronombre[editar]
La persona a quien se dirige la sugerencia, orden, prohibición, etc., es el complemento directo si se introduce la acción o acto con una preposición, por lo que corresponden los pronombres lo, la, los, las:
- La invitó a la boda.
- Los instaron a que hablasen.
- Lo persuadió de que se entregase a la Policía.
Por otra parte, es el complemento indirecto si se introduce sin preposición (la acción funciona como directo), luego los pronombres son le, les, se:
- Le recomendó comprarse una nueva casa ~ Se lo recomendó
- Les mandó que no salieran de Jerusalén ~ Se lo mandó
La NGLE, no obstante, señala que es muy frecuente la alternancia le ~ lo/la en este último caso (con predominio de lo/la, sobre todo en Suramérica).
Dos verbos de este tipo particularmente importantes son hacer y dejar, que según el DPD tienden a llevar la/lo si el verbo subordinado es intransitivo y le si es transitivo (aunque no lo da como norma, sino solo como tendencia):
- La hizo cantar frente a Le hizo cantar una jota
- La dejó cantar frente a Le dejó cantar una jota
Esta regla no se aplica cuando estos verbos no van seguidos de una subordinada, sino de un adjetivo o nombre de profesión, religión, etc., pues en este caso se tratan como verbos de cambio, con lo/la.
2 Otros casos[editar]
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Este apartado no trata específicamente de los verbos de influencia.
Como los verbos de sentimiento, de opinión o de posibilidad, el verbo de la oración subordinada va en subjuntivo si el sujeto es distinto que el de la oración principal, y en infinitivo si es el mismo:
- Le gustaría comer (él)
- Le gustaría que comiera (yo)
El infinitivo complemento directo de los verbos de voluntad equivale también a una objetiva enunciativa. Así, te mando (ordeno, prohibo) venir equivale a te mando (ordeno, prohibo) que vengas. Pero el sujeto de este infinitivo es dativo y no acusativo, como puede comprobarse comparando los dos ejemplos siguientes:
- te veo venir es equivalente a veo que tú vienes
- te mando venir lo es a te mando que vengas
como se ve, al substituir el infinitivo por su equivalente enunciativa, repetimos el dativo te con el verbo de voluntad y no con el otro. Es verdad que también puede decirse mando que tú vengas, pero en este caso la orden no se da directamente al que es sujeto del verbo venir, sino que se enuncia como precepto que él ha de cumplir.
Obsérvese que la enunciativa equivalente al infinitivo complemento de verbos de percepción lleva el verbo en indicativo:
- veo que vienes
y la de verbos de voluntad, en subjuntivo:
- quiero que vengas
Con el verbo mandar puede confundirse el sujeto del infinitivo, si este es transitivo y aquel viene representado por un pronombre. Así, en te mandó venir no hay duda que te se corresponde con el sujeto de venir, pero en te mandó azotar puede ser el te dativo o acusativo; así como en te mandó quemar los papeles, te se corresponde con el sujeto de quemar y papeles con su acusativo.
Si el verbo mandar lleva infinitivo con a, no es verbo de voluntad. No significa lo mismo te mandó pasear que te mandó a pasear.
Hay verbos, como poder, deber, osar, soler, que forman con el infinitivo una perífrasis verbal.
Algo parecido ocurre con pensar, esperar, lograr y otros, pero con la diferencia de que en estos puede reemplazar al infinitivo una oración enunciativa, y así decimos:
- pienso salir o pienso que saldré
- espero lograr eso o espero que lo lograré.
Los verbos querer, desear, saber, admiten, como pensar, las dos construcciones, pero se diferencian en que con el subjuntivo es distinto el sujeto de los dos verbos:
- quiero salir pero quiero que tú salgas
- deseo estudiar pero deseo que estudies
3 Referencias[editar]
Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.