La construcción no... hasta que no... (también hasta que no... no...) indica que algo no ocurre o no debería ocurrir (la parte encabezada con no o con sentido negativo) antes de que suceda otra (la parte encabezada con hasta que no):
- Se negó a comer hasta que no atendieran su petición
- No puso la música hasta que no se fue todo el mundo
En estos casos, hasta que no es equivalente a mientras no o en tanto no. La primera edición del DUE señala que en algunas lenguas, como el hebreo, se confunden hasta y mientras. Eso podría explicar la construcción española, ya que hasta viene del árabe hatta.
Aunque en ocasiones se recomienda evitarla por razones estilísticas, ni Manuel Seco[1], ni Martínez de Sousa[2], ni María Moliner, ni la RAE (en el DPD[3]) la consideran incorrecta, dado que se emplea desde muy antiguo en la lengua culta. En particular, María Moliner, en la primera edición del DEA dice:
... no se ve clara la razón doctrinal de condenar el «no» superfluo en este caso, que tiene una explicación en la semejanza de sentido entre las partículas «hasta» y «mientras».
Se trata de un uso más habitual en España que en otros países hispanohablantes, en los que normalmente se dice no... hasta que...:
- Se negó a comer hasta que atendieran su petición
- No puso la música hasta que se fue todo el mundo
Se trata de un caso de un no expletivo[4].
En algunos casos, hasta que no tiene su valor propio y no se puede suprimir la negación:
Subí por la cuesta hasta que no pude más.
Aquí la acción no es negativa ni tiene sentido negativo, y la condición expresada tras hasta sí es propiamente negativa: el momento en que no se puede más.
Por su aparente contradicción, algunos gramáticos la han censurado, en particular Cuervo[falta referencia]. Desde este punto de vista, está mal construida la frase hasta que no vengas, no cenamos, porque llevada al estricto cumplimiento de su significado gramatical nunca cenaríamos. Con esa frase, se argumenta, se intenta dar a entender que estamos esperando que venga el sujeto de la oración para disponernos a cenar. Lo correcto sería entonces cambiar la palabra hasta por la palabra mientras, de esta forma: mientras (que) no vengas, no cenamos que equivale a decir también te estamos esperando para cenar juntos.
En otro orden de cosas, Kany menciona que en ciertas partes de Hispanoamérica se tiende omitir el no cuando se usa la expresión hasta que + expresión de tiempo con un verbo negado. Por ejemplo, hasta las cuatro iré en vez del "uso correcto" hasta las cuatro no iré[5].
Notas y referencias[editar]
- ^ «hasta» en Manuel Seco, Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. 9.ª ed., Madrid: Espasa Calpe, 1986.
- ^ «hasta» en el Diccionario panhispánico de dudas. Edición impresa: ISBN 84-294-0623-9.
- ^ «hasta que no», en José Martínez de Sousa, Diccionario de usos y dudas del español actual, Vox, ISBN 84-8332-210-2.
- ^ «La negación expletiva en español» (en la Hispanoteca).
- ^ «American Spanish hasta without no» (sólo primera página), Hispania, Vol. 27, No. 2 (May, 1944), pp. 155-159.
Este artículo fue seleccionado como destacado el 3 de enero de 2022.